lunes, 21 de diciembre de 2009

Terminando el asunto



Bueeeeeeno, han llegado las Navidades, pero las de verdad. Las que anuncian por la tele empezaron hace un mes y medio. ¿Vais a tener arbolito de Navidad? Aquí no, por suerte, aunque he de confesar que de pequeño me lo pasaba bomba jugando con las figuritas (y poniendo al niño jesús en la hoguera, que también tenía su encanto).

Que puedo contaros... Bueno, las clases en la escuela de idiomas van viento en popa por el momento, habiendo sacado los exámenes parciales con la gorra. De hecho, esta semana pasada, el Jueves, tuve cena con la gente de clase de francés y... hacía tiempo que no me reía tanto.

En otros términos, el Sábado me vi Avatar y la verdad es que flipé un huevo. Vale, sí, la historia tiene muchos puntos extremadamente predecibles, pero eso no le quita el resto de sus méritos, que no son pocos. Además, la vi en 3D y, aunque mola bastante, no creo que estén suficientemente aprovechadas como para resultar rentable el extra que te cobran por ello. Os la recomiendo fervientemente a todos, eso sí, espero que tengais un culo resistente, porque la película dura 165 minutos.

Y bueno, que más que decir que no se sepa de lo que llega. Navidades, vacaciones (para algunos), gastar dinero, recibir dinero, dar regalos, recibir regalos, tragarse con los ojos bien abiertos lo que nos venden, hincharse de turrón y polvorones, gente que se suicida, gente que es tan feliz que tiene ataques de diabetes, fiestas de fin de año (¡aún sin planificar!), gordos de rojo, reyes morunos o no tan morunos, ganas de golpear a la familia... Bueno, creo que nada nuevo.

Nos vemos más adelante.

(Que soso que estoy últimamente, es que no me reconozco ni yo >_<)